Quinto álbum de la banda, lanzado el 22 de Junio de 1993. Contaría con la segunda participación de Steve DiGiorgio en el bajo Fretless, Gene Hoglan en batería quien ya presentaba grandes experiencias en el Metal con Dark Angel, y el gran Andy LaRocque (popularmente conocido por tocar con King Diamond) en guitarra, liderados por Chuck Schuldiner en la voz y guitarra como siempre, ahora con vocales más cercanas al Screaming que a los Guturales clásicos del Death Metal. Este álbum generó un debate en el medio, para los fans clásicos, la banda se alejó mucho del sonido histórico del Death Metal. Para otra parte, entregó una clase de como innovar y reinventarse siguiendo con la misma honestidad musical.